Cuando miramos las diferentes épocas de nuestra sociedad vemos que el concepto de lo que es justo y lo que no, ha ido cambiando. Hace unas décadas era normal poder comprar a otra persona como esclava, vemos como el consumo de drogas, en una época puede estar prohibido y penalizado y en otra estar permitido por la ley, igualmente el aborto y así muchas cosas.
Hoy en día, vivimos tiempos donde gozamos de una falsa libertad, vivimos en una época donde cada quien hace lo que bien le parece, que a lo bueno le llaman malo y a lo malo bueno. Como hombres nos hemos creído que somos dueños y señores de nuestro presente y de nuestro futuro, llegamos a ser jueces, engañándonos a nosotros mismos pensando que sabemos más que Dios. Hemos ocupado el lugar que solo le corresponde a Él y nos hemos atrevido a decretar y a legislar lo que esta bien o mal.
Esto me recuerda cuando en la época de Jesús, los sabios, los entendidos de la ley, los que legislaban, tomaron decisiones, lejos del temor de Dios. El gobernador romano Poncio Pilato pregunto al pueblo, a quien quería que dejasen en libertad: a Jesús o a Barrabás, y lamentablemente eligieron a Barrabas un hombre malvado. Eligieron en base a su propia sabiduría, a su propia conveniencia, a su propio interés... y mataron lo de Dios, dieron muerte al Hijo de Dios. Esto sigue pasando hoy en día, elegimos mal, caminamos mal, lejos del temor de Dios, y vamos matando lo de Dios en nuestras vidas.
Usted puede pensar que cuando uno no conoce a Dios da un poco igual lo que Él legisle, pero no es así. La sociedad puede ignorar a Dios, pero no podemos ignorar las consecuencias de vivir ajenos a lo que Él dice. El que hace pecado, esclavo es del pecado, y la paga del pecado es la muerte. Podemos pensar que el pecado está pasado de moda, o que algo no es malo porque socialmente esta admitido, pero sus consecuencias son las mismas sin importar la época. Y es entonces cuando empezamos a ver nuestras vidas esclavas de vicios, de la mentira, de la apariencia, atados al rencor, al resentimiento, a la violencia, muertos a la esperanza.
Como sociedad tanto en el pasado como en el presente no hemos sabido elegir un camino correcto, y hemos caminado en nuestra justicia , ignorando lo que Dios dice. El principio de la sabiduría está en el temor de Dios, como sociedad nos hemos ido alejando cada vez mas de ese temor, y hemos ido legislando lo que esta bien y lo que no.
Cuando Dios legisla siempre lo hace desde el amor, sus leyes son puestas para nuestro cuidado, de esto entienden un poco los papás y las mamás, es como cuando le dices a tu hijo que no toque el enchufe, que no se acerque a la plancha… Las leyes de Dios nacen en Su corazón paternal. Puedo ignorar a Dios, puedo ignorar que Él quiera una relación conmigo, pero si me salto su ley, estoy al descubierto. Si lo que Él ha legislado para guardarme lo ignoro, entonces estoy en peligro de muerte.
Si pasásemos una encuesta en la sociedad actual y preguntásemos si usted tiene problemas con la Justicia, recogeríamos en sus respuestas que un alto porcentaje de la población son buenas personas, y llegaríamos a una conclusión: INOCENTES. Pero la triste realidad es que ante la ley moral de Dios todos somos CULPABLES.
Ante Dios somos culpables, ante Dios estamos muertos en nuestros delitos y pecados. Desde nuestro nacimiento tenemos esa sentencia, nosotros mismos no podemos pagar el rescate de nuestros pecados, todos tenemos un acta de decretos que no podemos cambiar, aún con nuestras “buenas intenciones”.
La buena noticia es que tenemos abogado defensor, un abogado que ha pagado por nuestro rescate, JESUCRISTO. Hay una salida ante la muerte y la esclavitud, hay una ley superior, la Ley de amor y perdón, la gracia que encontramos en Jesucristo. Cuando nos volvemos a Él, Dios nos perdona y nos da vida, porque no hay nada Imposible para El.
“Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircucisiòn de vuestra carne, os dio vida juntamente con èl, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz."
Colosenses 2:13-14
Gracias por sus palabras son bendiciones para mi vida. Saludos desde Ecuador..Cantón Naranjal