En este tramo del camino, pasados los cincuenta, valoro como un tesoro el poder del arrepentimiento, la gracia de empezar de nuevo. Creo que es lo único que frena el deterioro interno del ser humano y pone en marcha otro proceso de regeneración y renuevo. Es un poder inmensurable e inefable. A pesar de haberlo vivido y visto varias veces, se que es más profundo de lo que puedo decir o explicar. Sin embargo, puedo decir con seguridad cual es el punto de partida.
Comienza descendiendo hasta el momento de reconocer "algo he hecho mal". Continúa descendiendo hasta el punto de "no se hacerlo bien". Si el descenso solo es hasta reconocer mi error seguiré intentando diferentes maneras echando mano de mis propios recursos únicamente. Lo que llaman reinventarse uno mismo nos lleva a los mismos fracasos una y otra vez. Ya que sigo siendo el mismo en esencia. Si alguien se atreve a seguir descendiendo hasta el punto de "no se y no puedo yo", el punto de "no tengo recursos en mi" y desde ahí, pide ayuda a Dios, entonces, es en ese momento donde el milagro transformador puede ocurrir. La liberación del pecado y de las cargas que produce.
Es como un niño que reconoce que no sabe, que desconoce incluso el nombre de las cosas y que no distingue lo bueno de lo malo. Un niño ocupando su lugar de "aprendiz de vivir" que escucha para hacer, es la imagen más parecida a una persona que vive el poder del arrepentimiento. Ahí es donde se recomienza. Dónde el poder del arrepentimiento entra en acción y todo es posible. Es donde dejo de ser yo con mis viejos patrones y comienzo a practicar nuevas pautas. Se me escapa la magnitud de este poder. Altera todo e impregna con lo nuevo todas las facetas de la persona.
Algunos de los efectos del arrepentimiento:
El renuevo de pensamientos,
El renuevo de las relaciones,
Acierto en la toma de decisiones,
Se desatan los recursos del cielo y el plan de Dios en las vidas y en la tierra.
...En conjunto lo llamamos Salvación.
En su gira de conciertos del 2021 el grupo de CADA DIA EN SU PRESENCIA incluyó en su repertorio una canción que guía al arrepentimiento. Aquí está parte de la letra del estribillo:
Ayúdame Señor quiero recomenzar.
Voy a empezar otra vez, Señor heme aquí.
Dejo todo de mí pues sé que sin ti ya no puedo más.
Cámbiame el corazón, me rindo a tus pies.
Toma todo mi ser y hazme otra vez.
Yo no puedo más, sin ti ya no puedo más.
Aunque vengan los vientos o mis amigos se vayan,
he decidido seguirte y no volveré hacia atrás.
Voy a empezar otra vez, Señor heme aquí. Dejo todo de mí...
Espero que te bendiga tanto como a mí. Gracias por dedicar este momento para esta lectura. Te dejo con una cita de Charles Finney
Gracias stella... Que privilegio saber que reconociendo que no puedo más que soy incapaz de hacer algo bien sin Dios es en ese momento donde PAPÁ me da el poder de recomenzar. Quiero un avivamiento de arrepentimiento cada día...
Muchas gracias Stella....que alivio...poder reconocer que no puedo y encontrar la esperanza que Dios está despuesto hacer lo imposible en mi corazón!!! Necesito leerlo cada mañana!!!!! Muchísimas gracias!!
Qué forma tan preciosa, clara, sencilla...de explicar el arrepentimiento. ¡Gracias! Cómo anhelo vivir esto cada día, reconociendo que yo sola ni sé ni puedo hacer nada bien...que le necesito y dependo completamente de Él. Cómo deseo volverme así a Dios cada vez que fallo, recomenzando y dejando que Él obre el milagro....
¡Muchas, muchas gracias !